Con la llegada del buen tiempo, el Camino de Santiago alcanza su momento cumbre de peregrinaje. Hordas de caminantes recorren las etapas que les conducirán hasta la Puerta Santa Compostelana. Con tanta gente surge un problema: ¿Hay alojamientos públicos para hospedar a tantos peregrinos?. La respuesta es sencilla: No. ¿Qué hacer entonces? Aquí os damos algunos consejos.
La red de albergues públicos y privados dispuesta a lo largo del Camino de Santiago es muy buena, pero realmente no es capaz de dar cobijo a todos los peregrinos que se acercan a realizar El Camino en época estival. El truco de muchos Peregrinos es levantarse muy temprano para emprender la etapa correspondiente y poder encontrar así plaza en el albergue al finalizar dicha etapa sin tener excesivos problemas, y a veces ni siquiera así obtienen una plaza segura. Por no decir que si El Camino se realiza en bicicleta, se entra el último en orden de prioridad al albergue.
Con estos datos, y para mayor tranquilidad, podemos plantearnos la posibilidad de realizar nuestro peregrinaje alojándonos en casas rurales, con lo que disfrutaremos de un agradable alojamiento, una envidiable gastronomía, y en muchos casos un servicio de transporte de ida y vuelta desde el fin y el principio de la etapa hasta la casa rural en la que estemos hospedados. Obviamente esta opción no resulta tan económica, pero desde luego es totalmente segura y muy confortable.
Obviamente la mayoría de los alojamientos de turismo rural no están lindando con el Camino de Santiago, por ello muchas de ellas ofrecen la posibilidad de recoger a los peregrinos al final de la etapa para llevarlos a la casa rural, y al día siguiente llevarlos de nuevo al punto de partida de la siguiente etapa.
Un ejemplo de ésto lo ofrecen Casa Roán y A Cantina do Marco, situadas en la etapa del Camino que recorre las localidades lucenses de Portomarín a Palas de Rei (Galicia). Ambos alojamientos ofrecen este servicio de transporte incluído en el precio del alojamiento, y asímismo podemos degustar la gastronomía típica a precios muy atractivos. De hecho, los propios peregrinos nos han comentado que con este tipo de servicios de transporte, es mejor establecer la casa rural como base, y hacer las diversas etapas del Camino descansando siempre en el mismo alojamiento.
Una opción muy interesante y desde luego una alternativa a la saturación estival de los albergues.
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